Los parámetros que se incluyen en los juegos de prueba y laboratorios portátiles de Hach también se ofrecen por separado. En caso que usted necesite analizar uno o pocos parámetros, seleccione entre los juegos que hay para las pruebas individuales y podrá limitar el análisis a los parámetros que necesita.
Acidez
La acidez es generalmente causada por la presencia de ácidos minerales, las sales de ácidos fuertes, o el bióxido de carbono libre. Si bien los ácidos orgánicos de origen natural rara vez causan problemas, la contaminación de los ácidos minerales es perjudicial para los peces.
Alcalinidad
La alcalinidad amortigua el agua y evita los cambios súbitos del pH. Niveles de alcalinidad de 100 a 120 mg/L con pH entre 7 y 8 son reconocidos como los más favorables para una vida acuática de mayor variedad.
Amoníaco
El amoníaco puede ser tóxico para los peces a pH alto y niveles bajos de oxígeno disuelto. Reduce la capacidad de los peces para llevar oxígeno a la sangre y puede sofocarlos. Niveles de amoníaco bajos, de hasta 0,06 mg/L dañan las agallas, reducen la alimentación y entorpecen los procesos naturales de los peces.
Dióxido de Carbono
La toxicidad del bióxido de carbono varía con el tipo de pez, la temperatura del agua y el contenido de oxígeno disuelto. En ciertos casos el dióxido de carbono puede tener efectos benéficos al bajar el pH y disminuir la toxicidad del amoníaco. Causante de estrés para los peces, el dióxido de carbono perturba la absorción de oxígeno y afecta marcadamente su comportamiento.
Cloruro
Los efectos del cloruro se relacionan estrechamente con la salinidad total y su influencia sobre la capacidad del pez para absorber oxígeno. Los peces de agua dulce no toleran cambios súbitos en salinidad. Para algunos peces, los niveles de cloruro de 400 mg/L pueden ser perjudiciales. Cuando los niveles de nitrito tienden a ser elevados, el cloruro puede ser beneficioso. El cloruro se agrega a menudo a los estanques de bagres, para reducir la absorción de nitrito por estos peces.
Cobre
El cobre puede estar presente naturalmente en el agua, como sal soluble o como partículas en suspensión. En pequeñas cantidades es esencial para las plantas y animales, y a concentraciones mayores de 0,1 mg/L es útil para controlar el desarrollo de algas y del plancton. En acuarios de agua salada, el cobre (en forma de sulfato de cobre) a veces se emplea para tratar peces afectados por parásitos. Si bien los peces de agua salada toleran niveles más elevados de cobre, la dosificación no debe exceder 0,25 mg/L
Dureza
Las aguas “blandas” incrementan la sensibilidad de los peces a los metales tóxicos, de modo que un poco de dureza es deseable. Sin embargo, a veces la dureza excesiva es un acuario puede limitar el desarrollo de los peces.
Fósforo
El fosfato entra a las fuentes de agua por escurrimiento del suelo, operaciones industriales, y aguas negras o residuales. Elemento muy necesario para la vida, los excesos de fosfatos causan desarrollo excesivo de las algas y la eutrofización de las aguas.
Nitrito
Los nitritos son tóxicos a los peces, y deben monitorearse muy de cerca, especialmente cuando el objetivo de producción se proyecta muy copioso. La sangre parda es una enfermedad de los criaderos de bagres y es causada por los altos niveles de nitritos que surgen cuando los niveles de cloro y oxígeno están demasiado bajos. Los altos niveles de nitritos también afectan la disponibilidad de oxígeno, puesto que estimulan el desarrollo de plancton.
Oxígeno Disuelto
El oxígeno disuelto es el parámetro más crítico para un ambiente acuícola favorable, y su nivel debe ser determinado con frecuencia. Los requisitos de oxígeno de los peces varían según la especie y la edad, aclimatación previa, temperatura y la concentración de otras substancias en el agua. La sobresaturación del oxígeno puede ser perjudicial para la producción de peces.
pH
El pH controla las cantidades en que se disuelven muchas substancias. El rango óptimo de pH para una variedad especial de pez depende de la temperatura, oxígeno disuelto, aclimatación previa y la presencia de varios aniones y cationes. En la mayoría de los casos un rango de pH ente 6,5 y 8,2 es apropiado.
Temperatura
Las temperaturas altas pueden ser perjudiciales a los peces por una serie de motivos. No sólo porque existe un límite máximo de temperatura a que un pez no puede sobrevivir, sino que la solubilidad del oxígeno en el agua y su disponibilidad para los peces disminuye al aumentar la temperatura. Es más, la necesidad de oxígeno de los seres acuáticos crece a medida que sube la temperatura. Los cambios súbitos de temperatura, ya sea hacia más frío o más calor, son usualmente perjudiciales.
Turbidez
Esta representación común de la calidad del agua puede relacionarse con el rendimiento del sistema de filtrado. Muchas especies de peces no toleran la turbidez elevada.